La Región de Antofagasta es la capital minera de Chile. Su gran riqueza cuprífera ha permitido el desarrollo de un importante capital humano en torno a esta industria, que en total aporta más del 51% del Producto Interno Bruto a nivel regional. Este antecedente es una de las razones más poderosas que tiene Chile para la creación de un ecosistema natural de proveedores de clase mundial, que aportan y desarrollan soluciones innovadoras y sustentables a esta industria.
El crecimiento de la innovación con características sostenibles son factores diferenciadores de las empresas proveedoras con base en la región de Antofagasta, componentes claves y exigidos por los mercados demandantes de bienes y servicios para la minería; un know how que no sólo distingue, sino que entrega calidad a su oferta exportable.
“Los desafíos que hoy presenta la industria minera en Bolivia son los mismos desafíos que nuestra región ya resolvió gracias a la oferta de nuestras empresas proveedoras que aportan entregando soluciones innovadoras y sostenibles, cuidando el medio ambiente, la seguridad y salud ocupacional de los trabajadores, lo que ha aportado procesos de eficiencia y eficacia a los distintos presentes en esta exigente industria”, explica Marcia Rojas, directora regional de ProChile en Antofagasta.
En Bolivia, a más de 1.700 kilómetros de distancia desde Antofagasta, encontramos un escenario similar. La minería también ocupa un lugar preponderante en la actividad productiva y, a modo de ejemplo en ese sentido, la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) anunció un salto hacia la industrialización, acelerando el proceso de exploración y explotación de los recursos de tierras raras.